Bernard Crocé-Spinelli, Gran Premio de
Roma 1897 (después de Max d'Ollone), director del Conservatorio de Toulouse
desde 1902, y luego de Burdeos de 1914 a 1932.
Aunque nacido en París, la carrera de
Bernard Crocé-Spinelli fue en las provincias y logró un éxito significativo
como director de orquesta, director de conservatorios y compositor. En 1904,
solo dos años después de haber fundado la Sociedad de Conciertos del
Conservatorio de Toulouse para dar conciertos públicos, Pierre Kunc enfatizó en
la revista Musica que "la orquesta del Sr. Crocé-Spinelli es de un
conjunto excelente. "En un año, ha cruzado todos los grados para alcanzar
casi la perfección, su tono amplio y noble, flexibilidad, seguridad, potencia, ligereza
y dulzura, nada le falta a lo que hacen las orquestas de primer orden".
Hará lo mismo más tarde con la orquesta de Conciertos Classiques de Bordeaux.
Trabajador y educador dedicado, fue en gran parte gracias a su trabajo que los
conservatorios de ambas ciudades pudieron alcanzar el rango de los mejores
durante el primer tercio del siglo XX.
Bernard-Louis Crocé-Spinelli nació el 18
de febrero de 1871 en París, el matrimonio legítimo de Hector Crocé-Spinelli,
joyero y Mathilde Bernard-Laviolette, de quien recibió sus primeras lecciones
de música (excelente pianista, alumna de Félix Le Couppey, ganó un segundo
premio de piano en el Conservatorio de París en 1864)
En 1884, a la edad de 13 años, ingresó en
el Conservatorio de Música y Declamación de París, donde realizó todos sus
estudios musicales. Alumno de la composición de Massenet y André Gedalge, luego
de Lenepveu, obtiene en 1897 un primer Gran Premio de Roma con la cantata
Fredegonde, en palabras de Charles Morel. Al año siguiente, regresa a esta
competición, pero su cantata Radegonde (palabras de Paul Collin) no es
premiada. En este momento, Crocé-Spinelli ya está involucrado en la
composición. Es conocido por un canto elegante para violín y piano, publicado
por Maquet en 1892, y una melodía para Le Pendu Joyeux para barítono y piano
(palabras de Jean Richepin), publicada en 1898 en Sicard. Ese mismo año, el 13
de marzo de 1898, en el Cirque des Champs-Elysées de París, los Conciertos
Lamoureux, bajo la dirección de Camille Chevillard, presentaron en su primera
audición sus tres poemas cantados (por el barítono Jean Bartet) y al año
siguiente Sicard, publica una nueva obra, Sur une nuage, para soprano y piano
(letra de Rachel Ulmo-Laurier). También es el momento en que André Caplet, su
compañero de clase en el Conservatorio, pone música a uno de sus poemas bajo el
título de Easter city, para coro mixto con 4 voces y orquesta o piano (1900).
La orquesta del
Conservatorio Municipal de Toulouse, dirigida por Bernard Crocé-Spinelli.
Después de intentar en vano una última
vez la competición en Roma en 1901, cuando publicó un nuevo tema llamado
Terran, a las palabras de Jean Richepin (Durand), 10 de Febrero, 1902 Bernard
Croce-Spinelli se llega a la dirección del Conservatorio Municipal de Toulouse,
erigido desde 1840 en "sucursal del Conservatorio Nacional de Música y
Declamación", para suceder a Louis Deffès. A su llegada, Déodat de Séverac
escribió en El renacimiento latino del 15 de octubre de 1902: “... y aquí el
señor Croce-Spinelli, el nuevo director del Conservatorio, ha fundado una
Sociedad de Conciertos del Conservatorio sintió que el progreso gusto musical
estaba en París, Lyon, Nancy, a través de la iniciativa Lamoureux columna
Savard, Guy Ropartz, no tenemos ninguna duda de que el joven director e inteligente
del Conservatorio de Toulouse seguirá su rastro. Sr. Croce -Spinelli tiene todo
lo que necesita para triunfar de manera brillante y, seguramente, lo logrará …”.
Seguramente va a obtener el máximo aprovechamiento tanto en la dirección de la
Sociedad de Conciertos y el de la facilidad que tenía 320 estudiantes y 40
profesores, y luego disfrutó de un "aumento muy significativo en el nivel
de la educación." Georges Gros, en su artículo sobre "El
Conservatorio de Toulouse", nos brinda información valiosa sobre este
período:
"Las clases de teoría musical, que
siempre han sido notables, ahora no tienen paralelo: hay dictados musicales de
dos y tres voces: una formación maravillosa para la plena comprensión de la
polifonía moderna". También tenga en cuenta la innovación "sobre la
marcha" de los dictados que, de ser necesario, permitiría a nuestros
futuros compositores anotar una canción que se escuchó por primera vez, sin
tener que repetirla por períodos. En clases de canto, el estudio de los
clásicos ( Gluck, Mozart, Handel, etc ...) vinieron felizmente a cambiar el
gusto demasiado italiano de los jóvenes nacidos en las orillas del Garona.
Finalmente, las obras de Bach (invenciones con dos y tres partes) han entrado
en las clases elementales de piano, y no corresponde a las clases de
instrumentos de viento que no se han beneficiado de este movimiento ascendente,
al ver una literatura musical obsoleta reemplazada por la admirable colección
de obras modernas. Escrito especialmente para instrumentos que, hasta entonces,
habían tenido que tomar prestados de los "aires de las óperas, su comida
diaria".
A
principios del siglo XX, los programas de obras impartidos durante las sesiones
de la Sociedad de Conciertos, bajo la dirección de Crocé-Spinelli, atestiguan
su alto rendimiento y muestran un vasto repertorio. De hecho hay sinfonías y
oberturas de Haydn, Mozart, Beethoven, Mendelssohn, Schubert, Schumann, Weber,
Wagner, Brahms, César Franck, Saint-Saëns, Massenet, Théodore Dubois... y las
obras de los jóvenes de la escuela francesa: Debussy, Charpentier, Pierne,
Lutz, Halphen, Malherbe, Rabaud, Mouquet, Florent Schmitt. Programas de azar
incluyen: en 1903-1904, los Preludios de Liszt, Suite en si menor para flauta
de J. S. Bach, Antar de Rimsky-Korsakov, España de Chabrier, Peer Gynt de
Grieg, La Noche Persa, Le Rouet y Ónfale de Saint-Saëns, les préludes de L’Ouragan de
Bruneau, el preludio del
primer acto de Fervaal d’indy, fragmentos de Calígula G. Fauré, obras de A.
Mussorgsky, Glazounoff; en 1910, la Sinfonía en Si bemol de Schumann, La música
al aire libre de Florent Schmitt , y un largo etc…
Durante su período en Toulouse, Bernard
Crocé-Spinelli continuó su trabajo musical con obras para piano: 3 piezas para
piano (Durand, 1903), 6 piezas cortas para piano (Enoch, 1903), hoja de álbum
(Lemoine, 1904), 7 Sueños de chicas (Leduc, 1908); música de cámara: Para
Bilitis, Para Chlotis, Para Kysé (3 piezas para violín y piano, Costallat,
1904), Novelette para violoncello o violín con acompañamiento de piano
(Rouart-Lerolle, 1909) y una página vocal Les Fileuses para Contralto y coro de
mujeres (Costallat, 1904), así como un Solo Concurso para trombón y piano (Evette, 1903, luego
Leduc) escrito para el Conservatorio Nacional de Música de París.
Bernard
Crocé-Spinelli (1871-1932) Ganó muchos premios de composición, con su
primera composición publicada y exitosa que llegó cuando tenía apenas 21 años. Solo
De Concours para trombón y piano también se ha mantenido como una pieza
popular en el repertorio. Crocé-Spinelli dirigió una exitosa carrera
como compositor y profesor de música. Sus posiciones lo vieron componer
muchos solos para concursos y audiciones, incluyendo el Solo De Concours para
Trombón y Piano. Incluido en el programa de estudios de muchos
conservatorios, y sobre todo del Conservatorio de París, este trabajo aborda
características avanzadas, que incluyen ritmos complejos, adornos en semicorcheas,
y propiedades cromáticas, entre otras características.
En 1914, Bernard Crocé-Spinelli dejó la
dirección del Conservatorio de Toulouse a Aymé Kunc para tomar la dirección del
Conservatorio de Burdeos, desocupado por la desaparición de Jules Pennequin. En
este momento, esta escuela de música, fundada por la Sociedad Sainte-Cécile en
1852 y transformada en conservatorio en 1885, aunque privada ya es considerada
la más rica de Francia, después del conservatorio de París, desde el punto de
vista de la calidad y el número de asignaturas impartidas. En 1920 que se
convirtió en Conservatorio Municipal, siendo Crocé-Spinelli el primer director,
una posición que ocupará hasta su muerte.
En Burdeos también dirige la orquesta de la Association des
Concerts Classiques y creció como compositor notable.
Bernard Spinelli en su piano, en Burdeos, 1920
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